Meditar es la práctica de aquietar la mente y dirigir la atención de manera sostenida, permitiéndonos observar pensamientos y emociones sin juicios. Es un viaje hacia el silencio interno, donde emergen insights y se despliegan estados de calma profunda.
Para empezar, busca un lugar tranquilo y siéntate en postura cómoda. Cierra los ojos y dirige tu atención a la respiración, sintiendo el aire al entrar y salir. Cada vez que tu mente divague, suavemente regresa al foco de la respiración.
Existen múltiples técnicas: la atención plena (mindfulness), la meditación guiada con visualizaciones arcánicas, y el uso de mantras o sonidos (OM, campanas tibetanas). Elige la que resuene con tu estado y objetivo del momento.
La práctica diaria —incluso de pocos minutos— genera beneficios comprobados: reducción del estrés, aumento de la claridad mental, equilibrio emocional y expansión de la conciencia espiritual. Con perseverancia, la meditación se convierte en un pilar de bienestar integral.