El Palo Santo es una madera sagrada originaria de Sudamérica, usada tradicionalmente para purificar espacios y campos energéticos. Su aroma dulce y amaderado limpia vibraciones densas y eleva la sintonía espiritual.

Para usarlo, enciende una astilla y deja que prenda brevemente, luego apágala soplando suavemente. Con el palo humeante, recorre tu cuerpo y tu entorno en movimientos circulares, visualizando cómo el humo disuelve energías negativas.

Este ritual se complementa con una intención clara: puedes pronunciar una afirmación o invocación que potencie la purificación. El Palo Santo también facilita la meditación, mejora la concentración y atrae bendiciones.

Ten en cuenta respetar su origen sostenible: adquiere madera certificada y úsala con gratitud. Este acto consciente potencia su poder y fortalece tu conexión con la Madre Tierra.